Gestión y liderazgo
Los términos gestión y liderazgo guardan una estrecha relación y ambos son necesarios para el éxito de una empresa. Aunque, con frecuencia, algunas personas tienden a confundirlos, metodológicamente sus acciones son diferentes:
- Gestión. Consiste en la correcta administración de los recursos materiales y del talento humano dentro de una corporación. Es un conjunto de operaciones y el ejercicio de responsabilidades sobre diversas actividades.
- Liderazgo. Es la habilidad de una persona para dirigir, influenciar y tomar decisiones en un grupo de trabajo, con la finalidad de cumplir los objetivos de una organización.
Una buena gestión en una empresa permite mantener el orden, la calidad y la rentabilidad de los productos o servicios ofrecidos; mientras que el liderazgo se ocupa de la evolución empresarial en un ambiente cada vez más competitivo, en el que es fundamental hacer cambios drásticos para mantenerse y sobrevivir. Ante este escenario, la función del liderazgo consiste en provocar estas modificaciones, cuyos objetivos a cumplir y su orientación deben ser desarrollados desde la gestión.
Consejos para una gestión eficiente
La gestión empresarial supone grandes responsabilidades; es una función que implica mucho trabajo y muchos riesgos, por lo que ningún detalle se puede dejar al azar. Para que tu gestión resulte eficiente, puedes aplicar los siguientes consejos:
- Define objetivos. Es importante tener claras las metas que quieres alcanzar con tu empresa. Saber hacia dónde te diriges te permite obtener mejores resultados. Una organización sin objetivos definidos pierde el foco, ya que dificulta el establecimiento de prioridades, jerarquías o planes de acción.
- Construye indicadores. Los indicadores de gestión son datos, tanto cualitativos como cuantitativos, que reflejan las consecuencias de las acciones tomadas durante un proceso, una estrategia o una campaña. Con estos datos, la empresa puede saber si ha alcanzado los objetivos establecidos. Estos indicadores deben ser:
- Oportunos, excluyentes, prácticos.
- Claros, explícitos, sensibles y verificables.
- Medibles, entendibles y controlables.
- Simples, adecuados, útiles y oportunos.
- Administra el tiempo. Para poder ejecutar y llevar a cabo todas las actividades que te has propuesto, debes organizar y priorizar tareas en función del tiempo. Optimizar este recurso aumentará la productividad de tu empresa.
- Acompaña y sigue. Verifica que las tareas diarias avancen alineadas con las estrategias planificadas, a fin de optimizar la toma de decisiones, reorientar algunas actividades, corregir problemas o evaluar resultados, entre otros.
- Capacita y entrena a tu equipo. Invierte en la mejora profesional de tu talento humano. La gestión empresarial actual apunta al desarrollo de las personas. La productividad, la concentración y el compromiso de tu equipo de trabajo estarán directamente ligados a tu capacidad de escucharlos, pensar en su formación, su calidad de vida y mantenerlos motivados.
- Incentiva, reconoce y recompensa el mérito. Motiva a los miembros de tu equipo reconociendo y recompensando su buen desempeño. Estas recompensas pueden ser económicas o no económicas. Reconocer a los trabajadores por un trabajo bien hecho reporta, entre otros, los siguientes beneficios:
- Crea un impacto en el significado que damos a nuestro trabajo
- Es una de las fuentes para involucrar y comprometer a los trabajadores
- Juega un papel clave en el aprendizaje organizacional y también en el aprendizaje individual en el puesto de trabajo.
- impacta en la satisfacción del trabajador y, por ende, en la productividad y rendimiento de la organización.
- Haz benchmarking: monitorea el mercado y tu competencia. El benchmarking es un análisis estratégico profundo que consiste en evaluar y analizar los procesos, productos, servicios y otros aspectos generales de otras organizaciones enfocadas en el mismo segmento que el de tu empresa, cuya finalidad es evaluarlos, compararlos y tomarlos como punto de referencia para tus próximas estrategias. La intención es aprender de la experiencia de tus competidores más cercanos para mejorar tu propio desempeño. El benchmarking es un proceso continuo, de aprendizaje constante y adaptabilidad, que ayuda a las empresas a mantenerse a la vanguardia y diferenciarse de las demás de una manera efectiva.
Estrategias para fomentar el liderazgo
El líder es aquella persona que actúa como guía o jefe de un determinado grupo. Para que un liderazgo sea efectivo, el resto de los integrantes ha de reconocer sus capacidades y respetar sus decisiones.
El grado de eficacia e influencia que tiene un líder está basado en las decisiones que tome a la hora de desempeñar su papel y en cómo se relacione con sus equipos de trabajo. Ejercer el liderazgo de una manera efectiva, no solo depende de las habilidades que una persona pueda tener; las múltiples necesidades de las empresas han provocado que proliferen las estrategias para potenciar el liderazgo:
- Equilibra las emociones. El liderazgo no se debe ejercer a través de decisiones férreas, cuya finalidad sea intimidar o atemorizar a los miembros del equipo. Por el contrario, el liderazgo se afianza cuando se logra un equilibrio en las emociones que respaldan las decisiones.
- Motiva al equipo. En medio de una crisis, sea cual sea su origen, los equipos de trabajo necesitan el aliento de un buen líder. Los momentos complejos son excelentes oportunidades para potenciar la figura de l liderazgo e influir en los colaboradores para generar cambios positivos.
- Sé justo y ponderado. Un líder que defiende la justicia y el equilibrio es motivo de admiración en su entorno. Estas cualidades suelen ser valoradas de manera especial por los equipos de trabajo, cuyas labores son evaluadas y monitoreadas constantemente.
- Minimiza las jerarquías. Minimizar, u horizontalizar, las jerarquías o rangos que existen en una estructura corporativa es una estrategia que suele dar resultados positivos dentro de las empresas. Consiste en entablar un trato más directo con las personas que conforman los equipos de trabajo. Mientras más cercano se encuentre el líder, mayor entidad tendrá su figura.
- Da el ejemplo. El liderazgo jamás se afianzará si el líder actúa de manera contraria a lo que inculca en sus colaboradores. El liderazgo es una cualidad que se demuestra día a día y en primera persona.
- Fomenta el optimismo y la realidad. El liderazgo solo se afianza si las decisiones que se toman poseen un fuerte anclaje en la realidad y resultan viables.
- Analiza los resultados. Se deben implementar estrategias de acción que puedan medir la efectividad de las decisiones tomadas y analizar eficazmente los avances o retrocesos que se produzcan en medio de la implementación de medidas, siempre con el fin de fortalecer la gestión de la empresa, mejorar la satisfacción de los empleados y la productividad de la compañía.
Organizaciones orientadas al cliente
Existen diferentes tipos de culturas organizativas, pero todas tienen un punto en común: necesitan estar orientadas hacia sus clientes, ya que sin ellos sencillamente no tendrían razón de ser.
Según el experto en liderazgo Oriol Segarra, CEO de los laboratorios Grupo Uriach, una organización enfocada en el cliente es aquella que se preocupa de forma sincera por conocerlo, por entenderlo, por saber qué necesita y qué quiere de ella, y que se esfuerza al máximo de sus posibilidades para satisfacerlo y agradarle, de tal manera que siga confiando, cada vez más, en la empresa.
Orientarse al cliente resulta trascendental para cualquier organización; más aún en la actualidad, debido a los constantes cambios que sufre la sociedad en el presente, pues el cliente adquiere cada vez mayor relevancia en el seno de las empresas. Las organizaciones deben concentrar sus esfuerzos en conseguir que todos sus miembros conozcan al cliente, que se preocupen por él, que lo escuchen, que estudien sus necesidades y que le aporten el máximo valor posible. El cliente, o el usuario, debe ser el centro de la organización, hacia donde la empresa dirija todos sus esfuerzos. Por esta razón, cada uno de los miembros del equipo de trabajo debe poseer y desarrollar habilidades de comunicación.
Gestión y liderazgo: claves en la relación con el cliente
Para que las premisas anteriores se cumplan, es imprescindible la presencia de un buen líder que ejerza una buena gestión. Todo grupo necesita cierto grado de organización; siempre habrá alguien que asuma las responsabilidades, evalúe las decisiones y mantenga al resto motivado y enfocado en el objetivo trazado. En cualquier equipo de trabajo emerge la figura del líder -bien sea de manera natural o porque el cargo lo determine- por muy pequeña que sea su contribución.
Los líderes de las empresas tienen como objetivo principal otorgar una experiencia óptima al cliente; para lograrlo, necesitan que el cliente reciba una atención y un servicio perfectos. Ante este escenario, el líder asume la responsabilidad de coordinar las actividades, mantener el nivel de motivación y asegurarse de que las condiciones y el ambiente sean adecuados para que cada uno de los talentos a su cargo cumpla sus labores de la mejor manera posible.
Un líder ha de proyectar confianza en el grupo, ha de ser un modelo a seguir, debe estar 100% comprometido con los objetivos, atento a todo lo que le rodea y pendiente de los demás. El líder debe saber cómo mantener al equipo animado, exigirles responsabilidades y tener una actitud positiva.
Para que el cliente perciba un buen servicio, el empleado deberá sentirse motivado y feliz, es por ello que tiene tanta importancia la figura del líder y sus funciones.
Luego de recibir esta información, ¿cómo evalúas tu desempeño como líder? ¿Consideras que las condiciones y el ambiente de trabajo dentro de tu empresa son óptimos para tus colaboradores? ¿De qué manera motivas a tu talento humano? Te leo…