Gestión de crisis empresariales
Una crisis empresarial es un evento en el que lo sucedido es contrario al objetivo de una organización. Generalmente, se presenta cuando algún aspecto no fue bien planeado o calculado, o a partir de situaciones imprevistas que no fueron manejadas de la mejor manera.
Estas crisis representan momentos de riesgo elevado, dado que la reputación y el prestigio de la empresa pueden resultar comprometidos. Ante esta situación, depende de los directivos y de un equipo especializado lograr una respuesta adecuada, que contrarreste los posibles daños.
Aunque los tiempos de crisis suelen ocasionar efectos negativos en las empresas, también es cierto que pueden representar una oportunidad para su reinvención. En esos momentos, es necesario que tu organización se adapte rápidamente a los cambios, para enfrentar escenarios más competitivos. También es importante que corrijas y definas nuevos objetivos y nuevas estrategias, dirigidos a mejorar los resultados y la eficiencia de tus operaciones. No es aconsejable improvisar en medio de situaciones complejas.
Para garantizar un buen clima empresarial durante períodos difíciles, es recomendable que mantengas una buena posición de liquidez, reduzcas gastos de gestión y refuerces las relaciones con tus clientes. Por otra parte, continuar invirtiendo durante este tipo de temporadas puede ser una acción inteligente que potencie tu proyecto.
Crisis empresariales según su origen
Un momento complejo en una empresa puede originarse a partir de factores internos (crisis por un producto defectuoso, crisis reputacional o crisis de liderazgo, entre otros) o de factores externos (incendios, sismos, crisis políticas o socioeconómicas, fallas de electricidad, por ejemplo).
Los acontecimientos endógenos son responsabilidad de la organización, mientras que sobre los exógenos no tiene control, aunque igualmente generan consecuencias sobre su desempeño.
Una crisis de origen endógeno perjudica, en primer lugar, la cohesión interna de la empresa; luego amenaza con extenderse al público externo, afectado por la crisis o testigo del conflicto, o a través de los medios de comunicación.
Por su parte, una crisis de origen exógeno ataca inicialmente la imagen de la empresa ante su público externo, para después extenderse al interior de la organización.
Un ejemplo de crisis por factores exógenos lo estamos viviendo hoy en día: la pandemia por el virus COVID-19. Según los resultados obtenidos en una encuesta regional, elaborada por Tendencias Digitales en alianza con el Grupo de Diarios América (GDA), los latinoamericanos han mantenido el consumo de artículos básicos, principalmente, aunque han variado la manera de obtenerlos: a través de plataformas digitales y aplicaciones virtuales. A pesar del momento complejo, los consumidores confían en sus marcas favoritas y consideran que deben mantenerse vigentes y ofreciendo sus servicios, siempre y cuando se adapten a la situación y velen por el interés colectivo.
Ante la posibilidad latente de la aparición de tiempos complejos, toda empresa debe contar con un plan de comunicación de crisis: un plan de prevención, un manual en el que se recoge toda la información necesaria para saber cómo evitar este tipo de situaciones y cuáles son las acciones a tomar cuando se presentan.
Algunas medidas aplicables durante la crisis
Si aplicas alguna de las medidas que explicaré a continuación, lograrás que los momentos económicos negativos también impliquen mejorar la dinámica de tu empresa:
- Vigila la liquidez. Prevenir mensualmente los gastos y los costos garantizará que estos estén alineados con los ingresos.
- Renegocia con los proveedores. Reducir costos en suministros proporcionará beneficios constantes. Puedes solicitar la ampliación de los períodos de pago, un descuento para un pago puntual o precios más bajos de insumos.
- Evalúa tus necesidades de personal. Prescindir de personal siempre resulta desagradable pero, en medio de una crisis, es una medida que proporciona ahorros inmediatos. Mantente, temporalmente, con el personal necesario para no afectar los niveles de servicio a tus clientes.
- Amplía tu cantidad de proveedores. Contar con diversos proveedores durante tiempos económicos difíciles garantiza que tu empresa no dependerá de que alguno de ellos sucumba o no ante la crisis.
- Atiende tu cartera de clientes actual. Concentrar la atención en quienes ya son tus clientes es primordial. Los patrones de venta te permitirán hacer ofertas especiales para fomentar su lealtad y el gasto continuo.
- Refuerza la comunicación con todas las partes involucradas. Comunicarte de manera fluida y sincera aportará beneficios y fomentará que tu personal, tus proveedores, asesores y clientes proporcionen asesoramiento y apoyo a largo plazo en tiempos difíciles.
- Incrementa la publicidad. Incrementar el reconocimiento de la imagen de marca a través de la actividad continua y crear demanda de mercado para tu producto o servicio es, en realidad, una oportunidad en tiempos de crisis. Probablemente, mientras tú estás presente en el mercado, la competencia reduce sus esfuerzos.
- Invierte en tecnología. Colaborar de manera fluida entre empleados, proveedores y clientes gracias a la tecnología es una forma garantizada de aumentar la eficacia y reducir los costos.
- Mantén la inversión. Invertir de manera continua en tu negocio, probablemente, hará que este se expanda y crezca mientras la competencia se contrae y se reduce. Si inviertes en iniciativas que refuercen tu empresa, estarás en una posición más favorable para salir adelante de forma inmediata cuando el clima general mejore.
En síntesis:
- Comunícate de forma asertiva: sé relevante, oportuno y genera valor.
- Ofrece soluciones: no trates de vender, sé útil.
- Ajusta tu presupuesto.
- Mantén el contacto con los involucrados.
- Gestiona tus canales digitales: web + blog + email marketing + redes sociales. Atiende, responde rápida y oportunamente.
- Gestiona tu talento.
- Prepárate para cuando esto pase.
- Escucha a tu audiencia y público objetivo.
- Accede a fuentes de información confiable, que te pongan en perspectiva.
- No te aísles. No comunicar es malo, pero comunicar sin una estrategia claramente definida es aún peor.
- Mantén los protocolos de seguridad dentro y fuera de tu empresa. Evita riesgos innecesarios.
- Eleva la solidaridad, el agradecimiento y el heroísmo: ¿cómo puede tu empresa o marca sumar?
Recuerda también que es importante tener una buena actitud. Enfrentar las crisis con mente positiva te ayudará a lograr resultados beneficiosos para tu empresa. Un buen líder sabe identificar qué tiene ante sí y las oportunidades que esos elementos le reportan a su organización. Procura estar siempre de buen ánimo y transmite la pasión por tu marca a quienes te rodean.
Es posible consolidar y fortalecer tu empresa en tiempos difíciles; con concentración y constancia lo lograrás. ¿Tienes algún consejo que no esté incluido en esta lista? Te leo…