Políticas de seguridad y privacidad
Seamos sinceros: ¿Lees las políticas de seguridad y privacidad? ¿Lees las condiciones de uso cuando descargas alguna aplicación de la red? ¿Eres de las personas que aceptan, sin más, la política de cookies cuando visitas un medio web? ¿Sabes qué es la huella digital?
Hace pocas semanas, el anuncio del cambio de políticas de WhatsApp -que manifestaba abiertamente su intención de intercambiar información de sus usuarios con otras aplicaciones- generó tal revuelo que la empresa se vio en la necesidad de replantear la medida. ¿Por qué sucedió esto? A continuación, te doy mi opinión sobre las causas que ocasionaron esta crisis.
La huella digital y nuestra privacidad en la web
La huella digital es el rastro que dejamos en Internet cada vez que navegamos en ella. Este registro contiene información que permite a terceros conocer nuestras preferencias. Generalmente, estos datos son de carácter estadístico.
Los sitios web, a su vez, dejan cadenas de dígitos en nuestros dispositivos -conocidas como cookies– que pueden contener muchos tipos de datos. En ocasiones, a partir de estas cadenas pueden generarse perfiles muy completos con información personal, como sexo, salud e información financiera.
Para que los usuarios conozcan qué tipo de datos reúnen los sitios web que visitan, existen las políticas de privacidad: un documento legal dentro del sitio, en el que se describen los propósitos del procesamiento de datos y los métodos a través de los cuales se obtienen, como formularios y listas de correo. Es responsabilidad del usuario leer cada una de las condiciones, para asegurarse de que ninguna de ellas facilite el intercambio de su información, hecho que puede devenir en una violación de privacidad.
La finalidad de una política de cookies es mostrar a los usuarios cuáles de ellas están activas en su web, qué datos están siendo rastreados, a dónde va esa información y con qué objetivo. Una opción para los medios digitales es incorporar la política de cookies como una sección dentro de la política de privacidad. No obstante, mientras la mayoría de las cláusulas de la política de privacidad puede permanecer invariable, las cookies son dinámicas y pueden cambiar de manera constante.
Cambio de políticas de WhatsApp: un ejemplo reciente y vigente
Desde los primeros días del 2021, WhatsApp notificó a sus usuarios fuera de la Unión Europea que ejecutaría cambios en sus políticas de privacidad a partir del 8 de febrero. El mensaje enviado advertía que estos términos debían ser aceptados o, en caso contrario, las personas deberían eliminar sus cuentas.
Esta medida desató dudas sobre el manejo de los datos de los usuarios por parte de la aplicación, principalmente porque manifiesta abiertamente que los datos serían compartidos con otras empresas de Facebook, con la finalidad de mostrar a los usuarios publicidad personalizada y facilitarles los procesos de compra.
Por esta razón, muchas personas decidieron migrar hacia otras plataformas, principalmente Signal y Telegram. Ambas aplicaciones aumentaron de manera significativa su cantidad de usuarios durante los días posteriores al anuncio de WhatsApp.
En vista de las múltiples críticas recibidas, WhatsApp aclaró que los datos que compartiría con Facebook no incluían grupos, mensajes ni el registro de las llamadas hechas. No obstante, sí compartirían información sensible, como el número telefónico asociado al nombre del usuario, las direcciones IP y las listas de contactos, por ejemplo.
A pesar de esta aclaratoria, la polémica continuó. Dada la presión recibida, finalmente, WhatsApp anunció su decisión de implementar los cambios de manera progresiva y mover la fecha de su actualización para el 15 de mayo de 2021.
Mi opinión al respecto
En primer lugar, es necesario rescatar el hecho de que los levantamientos de información permiten a las empresas definir la customer experience: alternativas para ser más eficientes en la oferta de productos, bienes o servicios a los consumidores. Las organizaciones recopilan y utilizan esta información para ofrecer al cliente, obviamente, lo que el cliente quiere.
Creo que, con este cambio de políticas, Mark Zuckerberg -propietario de Facebook, Instagram y WhatsApp- busca monetizar la aplicación ofreciéndonos publicidad que se parezca a nosotros, a partir de la huella digital que deja nuestro comportamiento en las redes. De una u otra manera, Zuckerberg tratará de integrar la información obtenida para optimizar la relación con sus clientes. Considero que sus empresas tienen los datos de los usuarios desde hace mucho tiempo y, con el cambio de políticas, simplemente están pidiendo un permiso expreso para utilizarlos.
Además, en realidad, no creo que Zuckerberg sea el único que tiene nuestros datos. Como ya mencioné, básicamente todas las empresas de tecnología utilizan información de sus audiencias para poder ser mucho más adaptativas y cumplir con la customer experience. Hoy en día, dispositivos como los smartwatches registran los latidos de nuestro corazón; el GPS de nuestro celular sabe por dónde nos desplazamos, qué tipo de correo recibimos y cuántas veces lo revisamos. Pregúntate cuánto sabe Google de nosotros: qué buscamos, cuáles son nuestros gustos, cuánto tiempo pasamos conectados a una red social, con quién interactuamos…
La Unión Europea ha logrado que la política de cookies en sus países miembros sea más amplia y que el usuario facilite sus datos -como su ID- solo cuando sea una decisión personal y no cuando las empresas los requieran. El resto del planeta no ha tenido una postura diferente ante esta situación; el usuario no quiere entregar sus datos, pero ni siquiera está al tanto de la manera en que las empresas los obtienen y, por ende, no tiene cómo verbalizar su postura. Muchas compañías se apalancan en esas lagunas legales y jurídicas para poder hacer uso de esa información.
Como síntesis, mi opinión es que el anuncio de WhatsApp fue polémico porque, al ser directo y transparente, la gente se sintió invadida; la reacción general fue tan enérgica y global que, aun con su envergadura, tuvo que echar hacia atrás la medida. Ahora, las preguntas que te dejo para la reflexión son:
- ¿Reaccionamos solo ante las empresas que nos piden autorización públicamente?
- ¿Lo hacemos por conciencia real? ¿O simplemente nos dejamos llevar por la cadena y reaccionamos de forma adversa?
- ¿Qué pasa con todas las otras formas que utilizan el resto de las compañías para obtener data de los usuarios, para poder perfilarlos y ajustar sus algoritmos, sin decirlo?
¿Qué hacer?
En medio de tantas dudas e interrogantes, ¿qué podemos hacer los usuarios para resguardar nuestros datos? Siempre es posible ejecutar algunas acciones que minimicen los riesgos, por ejemplo:
- Sé precavido con la información que compartes en la web, incluyendo fotos y videos
- Reduce el uso de redes sociales o utiliza sus versiones web para móviles, ya que estas no tienen acceso a datos restringidos
- Revisa periódicamente los permisos que concedes a las aplicaciones que descargas
- Restringe el uso de datos en segundo plano
- Navega utilizando una VPN
- Verifica las políticas de privacidad y cookies de los sitios que visitas
- Configurar las opciones de privacidad de tu perfil en las redes sociales
- Navega por sitios web seguros
- Utiliza contraseñas robustas
- Actualiza el software regularmente
- Usa conexiones Wi-Fi protegidas.
Me parece que la polémica levantada alrededor de WhatsApp originó una diatriba muy interesante y dejó la puerta abierta al debate sobre la postura de las personas ante el uso de sus datos y sobre la transparencia de las empresas en el empleo de las herramientas con las que recaban información.
Este caso demostró que la presión colectiva, desde las comunidades organizadas, funciona. Esta misma presión debería enfocarse hacia las empresas y las instituciones gubernamentales para lograr cambios en las leyes que protejan a los usuarios.
¿Cuál es tu opinión acerca de este tema? ¿Consideras positivo el uso de cookies por parte de los sitios web? ¿Te generan temor las nuevas políticas de privacidad de WhatsApp? ¿Piensas migrar a otras plataformas de mensajería instantánea? Te leo en los comentarios…
Hola Lenis, como lo haz dicho compartimos mucha información sin preocuparnos cómo, cuándo, ni dónde, por ello toca ser más responsable.
Las políticas de Whatsapp no representan una amenaza o riesgo para mi, por el contrario, aplaudo su decisión de consultar a sus usuarios sobre la aceptación.
En cuanto a migrar pienso que lo conveniente es estar presente en los medios digitales en los que se encuentre nuestro público objetivo, si mi público objetivo esta en Whatsapp, pues, allí debo estar.