Guía Básica
En un primer momento, la pandemia nos paralizó. Luego, de manera paulatina y por distintas razones, muchas personas despertaron su creatividad y comenzaron a emprender.
Ya sea porque decidiste sacar provecho del tiempo en casa, porque perdiste tu empleo formal, porque la organización para la que laboras vio disminuido su volumen de trabajo y redujo tu salario… Cualquiera de estas realidades están presentes y pueden dar cabida a algún tipo de emprendimiento.
Lo más probable es que tengas una visión general del producto o servicio que quieres ofrecer, pero aún no tienes clara la perspectiva de todo lo que implica convertirte en empresario, ya que emprender no solo supone lanzar una buena oferta a la calle.
Si te sientes identificado con alguna de estas circunstancias y decidiste emprender, sigue leyendo. Hoy te traigo una guía rápida que te orientará en el proceso de conformación de tu empresa.
¿Qué es emprender?
La Real Academia Española define el verbo emprender como “Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”. En otras palabras, podemos decir que emprender es materializar una idea que implica la producción de un bien o la prestación de un servicio.
Un emprendimiento comienza cuando su creador identifica en su entorno una necesidad no cubierta, decide ofrecer un producto o servicio que la resuelva y, además, le genere ingresos. Un buen emprendimiento no solo creará ganancias, sino que aportará valor a sus clientes.
Un emprendedor exitoso se convierte en empresario: transforma su idea en negocio y lo desarrolla desde cero, luego pone en marcha la empresa que dirigirá y gestionará. Para lograr estos objetivos, es necesario tener cualidades como pasión, motivación, constancia y sacrificio.
Guía para emprendedores
Ya sea que pienses desarrollar tu idea de manera física, online o en ambas modalidades, hoy te presento una serie de datos que debes tener presentes a la hora de emprender, así como algunas recomendaciones para que tu idea resulte exitosa:
- Evalúa las razones por las que quieres emprender. Analiza tus motivos para querer comenzar un negocio propio, como obtener mayores ingresos o ganar libertad e independencia, por ejemplo. Luego, examina y reconoce tus habilidades y capacidades -qué sabes hacer bien y te apasiona o con cuánto dinero cuentas para invertir-, ya que esta información te dará la base para todo lo que hagas a continuación. Sé honesto contigo.
- Investiga el mercado al que quieres entrar y haz un análisis de tu entorno. Estudia el campo en el que emprenderás: conoce tu competencia, visita sus locales o sitios web, pregunta a tus potenciales clientes qué factores consideran antes de comprar o contratar un producto o servicio y qué le mejorarían a las ofertas similares ya existentes. Analizar tu entorno supone entender el contexto del país en el que te encuentras: político, social, económico y tecnológico. Es importante que entiendas también la industria existente: cuáles son sus referentes y sus mejores prácticas para que tengas idea de con quiénes te compararás y hacia dónde debes apuntar con tu oferta. Tener muy claro quién será tu competencia y quiénes serán tus proveedores o aliados estratégicos te permitirá entender todo lo que está alrededor de esa industria en la que quieres emprender.
- Apóyate en una matriz FODA. Identifica las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que tiene tu proyecto. Hacerlo te dará una visión más amplia y más clara de tu punto de partida al emprender. Tendrás una imagen más completa del contexto y de la situación en la que vas a iniciar tu negocio.
- Define tu segmento de mercado. Un segmento de mercado es un grupo -generalmente homogéneo- de consumidores, determinado por sus características o sus necesidades. Al momento de construir tanto tu plan de negocios, debes tener definido el segmento del mercado al que está dirigido tu producto o servicio; de esta manera, obtendrás el perfil de tus clientes potenciales. Segmentar el mercado te permitirá cuantificar el volumen total de personas con estas características. Una vez que tengas esta información, podrás definir cuál será tu nivel de participación de mercado esperado, lo que también te permitirá establecer una potencialidad de ingresos o volúmenes de venta.
- Elabora un presupuesto, calcula tu estructura de costos y tus ganancias. Determina el monto que necesitas invertir para iniciar tu negocio y de qué manera lo obtendrás (capital propio, crédito bancario o patrocinio, por ejemplo). Estima cuáles serán tus expectativas de ganancia en un periodo anual para que puedas calcular cuánto producto o servicio vas a comerciar. También pronostica la rentabilidad de tu negocio y el costo de oportunidad. Calcular tu estructura de costos te permitirá equilibrar tus ingresos y tus egresos. Mantener el balance de esa ecuación es uno de los trabajos más importantes y fundamentales de un empresario.
- Gestiona los trámites legales. Cubre todos los aspectos legales de tu negocio. Lo primero que debes hacer es registrar el nombre de tu marca y tu propiedad intelectual: marca e innovación que no se registra, se pierde, ya que podrías ser víctima de plagio, por ejemplo. En Venezuela, estos registros se tramitan ante el Servicio Autónomo de Propiedad Intelectual (SAPI). Además, es importante que canceles y estés al día con los impuestos correspondientes y los permisos necesarios para ejecutar tu idea: administrativos, de funcionamiento, tributarios y comerciales. Muchos de estos trámites podrás hacerlos personalmente, pero lo ideal es puedas apoyarte en abogados y contadores.
- Desarrolla tu modelo de negocios. El modelo de negocios es la descripción escrita de la evolución esperada de tu proyecto desde su inicio. En él debes incluir: características detalladas del bien o servicio ofrecido, análisis de su viabilidad y rentabilidad, estrategias de marketing y de ventas y la forma de monetizarlo. Un modelo de negocio es una herramienta de análisis que te permitirá definir con claridad tu oferta al mercado: qué, cómo y a quiénes les vas a vender. Hoy en día, un modelo de negocio funcional es aquel que tiene una propuesta de valor claramente definida. Algo muy importante dentro del modelo de negocio es establecer la ventaja competitiva: dónde te diferencias y en qué eres mejor que tu competencia, cuáles son las razones por las cuales el público debería preferirte por encima de los demás similares a ti. Cada modelo de negocio varía según la metodología utilizada, pero incluye, entre otros aspectos, costos, clientes, proveedores y aliados estratégicos.
- Construye un Producto Mínimo Viable (PMV). Asegúrate de que tu producto o servicio ofrecerá calidad y captará la atención de la gente. Crea un Producto Mínimo Viable que te ayude a validar que tu proyecto tiene sentido. El PMV es la versión mínima de un nuevo producto o servicio, e incluye las características básicas para satisfacer las necesidades de los clientes. Consiste crear un prototipo de ese producto o servicio que quieres construir. Este prototipo es sensible a mejoras en la medida que recibas feedback del público. Luego de que lo lances al mercado, permite que las personas interactúen con él y te hagan saber su opinión. Obtener retroalimentación de los consumidores te permite hacer ajustes y mejorar constantemente.
- Trabaja en equipo. Si quieres que tu negocio crezca, delega responsabilidades en personas especialistas en distintas áreas, como diseño, tecnología, marketing, ventas y atención al cliente, entre otras. Un emprendimiento se hace exitoso si suma los talentos de todos los miembros de su equipo.
- Encuentra un espacio. Si tu emprendimiento es físico, encuentra un lugar en el que puedas establecerte, ya sea una tienda o una oficina. Toma en cuenta su ubicación, para que te resulte estratégica.
- Desarrolla un plan de mercadeo. Define las estrategias de marketing que emplearás para promocionar tu producto. Sin duda, es necesario que incluyas entre ellas el aspecto digital para llegar al público: el ecommerce, o la tienda en línea, las redes sociales y el sitio web.
- Vende tu producto o servicio. Identifica a la audiencia que quieres para tu producto o servicio y luego, identifica el canal de ventas o la estrategia que realmente te genere conversiones y te empiece a dar ganancias. Desarrolla tu estrategia de distribución: selecciona las empresas, organizaciones o personas que te permitirán entregar tu producto al consumidor final. No es lo mismo vender solo a través de tus redes sociales que aliarte con una gran empresa, como una cadena de tiendas, por ejemplo. Si logras una alianza como esta, tendrás un músculo de intermediación que te generará volumen, alcance y visibilidad. Es importante que seas organizado -y tener muy claro con quién te asocias, en caso de que lo hagas- para que no “mueras de éxito”: asegúrate de que tu capacidad de producción esté al alcance de esos niveles de distribución. “Morir de éxito” significa que hay emprendimientos extraordinarios que, por tener unas bases mal diseñadas, se ven agobiados por el crecimiento que implica el éxito. La idea de negocio puede ser muy buena, pero si no es bien gestionada, está destinada al fracaso.
- Promociona tu negocio. Desarrolla un plan publicitario para tu emprendimiento, bien sea a través de medios de comunicación tradicionales, digitales o ambos. Utiliza las redes sociales de manera efectiva, con campañas orgánicas, pagas o de marketing de influencers.
- Haz networking. Trabaja en tus redes de contactos. Más allá de establecer relaciones en línea, es importante que las hagas de manera presencial. Asiste a eventos relacionados con tu sector para que tus posibles socios y clientes te identifiquen. El networking facilita la conexión de diferentes perfiles en el mundo del emprendimiento.
Un tip adicional para alcanzar el éxito con tu proyecto es mantenerte en constante capacitación y manejar información actualizada acerca de tu área de negocio. Participa en cursos y talleres sobre temas como creación de negocios y estrategias para atraer inversionistas, por ejemplo.
Concéntrate en desarrollar en ti habilidades necesarias para gestionar tu empresa y el trato con tu personal: el manejo eficiente de los recursos, tu capacidad de escucha y el liderazgo. La gestión y el liderazgo son elementos fundamentales para que un proyecto sea exitoso.
Delega responsabilidades en tus socios o empleados de tu entera confianza. Es fundamental conocer con quién te asocias, porque una sociedad puede ser larga y fructífera, pero, muy probablemente, también tendrá sus contras.
Finalmente, además de todos estos consejos, recuerda siempre que un empresario exitoso sabe persistir, insistir y resistir.
¿Estás listo para emprender? Te leo en los comentarios…